- Las vacunas contra el COVID-19 son seguras y efectivas. Las vacunas contra el COVID-19 actualmente disponibles en los Estados Unidos, fueron probadas rigurosamente y son más del 94% efectivas.
- No puedes contagiarte de COVD-19 a través de la vacuna. Las vacunas no contienen el virus vivo, esto significa que las vacunas no te pueden contagiar del COVID-19 o causar una prueba de COVID-19 positiva.
- Las pruebas para la vacuna contra el COVD-19 fueron las más extensas de la historia. Un estudio de vacuna típico tiene alrededor de 5,000 participantes – el ensayo de COVID de Moderna tuvo más de 30,000 participantes, y el estudio de Pfizer – BioNTech tuvo más de 43,000.
- Las vacunas contra el COVID-19 no han sido ligadas a infertilidad o abortos espontáneos. No hay ninguna evidencia de que las vacunas contra el COVID-19 causen infertilidad o incrementen el riesgo de abortos espontáneos.
- No se observaron problemas de seguridad graves en las pruebas clínicas. Los efectos secundarios más comunes, muy parecidas a otras vacunas, son fatiga, dolor de cabeza, dolor o enrojecimiento en el lugar de la inyección, y dolor de músculos o articulaciones.
- La vacuna contra COVID-19 no cambia tu ADN o altera tu información genética. No es posible para la mRNA alterar o modificar la información genética de una persona.
- Las vacunas NO contienen micro chips o dispositivos para rastrear. Las vacunas no contienen microchips, nanochips, rastreadores RFID, o dispositivos que rastrean o controlan tu cuerpo de ninguna manera.
- Las vacunas no causan autismo. Estudios realizados en todo el mundo continúan mostrando que no existe una conexión entre el autismo y las vacunas.